viernes, 28 de marzo de 2014

ELECCION DE CARRERA UNIVERSITARIA

22 marzo 2014

Se buscan profesionales con destrezas en TI

ESPECIAL EDUCACIÓN Quienes se dedican a las tecnologías de la información se emplean en el 98 por ciento de los casos. Las universidades abren nuevos programas.

Se buscan profesionales con destrezas en TI. La Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano abrió hace poco el programa Tecnología en Administración de Sistemas e Ingeniería de Sistemas.

La Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano abrió hace poco el programa Tecnología en Administración de Sistemas e Ingeniería de Sistemas.

El programa Talento Digital, la iniciativa que surgió para fortalecer la industria de las Tecnologías de la Información (TI) e implementar la estrategia Gobierno en Línea, le financió los dos últimos semestres a Luis Patiño.

El hoy ingeniero de sistemas de la Universidad Autónoma de Manizales se inscribió en la primera convocatoria que se llevó a cabo el segundo semestre de 2012.

“Talento Digital exige que se desarrolle un programa en TI que tenga que ver con Gobierno en Línea y que sea aplicable a las actividades del Estado”, explica el joven, quien trabaja hoy en la Asamblea de Caldas. Desarrolló un aplicativo denominado Sistema de Información Ordenanza de la Asamblea de Caldas, que permite tener en línea toda la información relacionada con las ordenanzas que expide dicha corporación.

Hoy, 3.000 estudiantes se benefician con Talento Digital, un fondo resultado del convenio entre el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTic) y el Icetex, el cual busca financiar carreras técnicas, tecnológicas, profesionales y maestrías en el área de las TIC, concretamente en el desarrollo de software y aplicaciones informáticas, para así formar talento humano colombiano en esta área.

“El muchacho puede estar en primero o en noveno semestre, para nosotros eso no es relevante, lo importante es que cumpla los requisitos, que esté relacionado con el tema que nos interesa y que legalice su proceso en el Icetex”, explicó Ángela Nocua, subdirectora de Innovación del MinTic.

Este fondo contaba con 36.000 millones de pesos para ser invertidos en una primera convocatoria en 2012. El dinero no fue usado en su totalidad porque muchos de los aspirantes no cumplieron con los requisitos o la legalización, por lo que se abrieron más convocatorias.

El pasado mes de febrero se cerró la cuarta. Con esta última se espera beneficiar a 2.400 estudiantes.
La Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones (CCIT) también está promoviendo esta capacitación. Actualmente está trabajando en crear una asociación de facultades de ingenierías relacionadas con las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. La idea es formar programas académicos idóneos para preparar a profesionales que respondan a las necesidades de este sector que crece rápidamente, tanto que, según estudios de MinTic, la empleabilidad es del 98 por ciento.

Un caso específico que demuestra la demanda de estos profesionales es el de  la Fundación Universitaria Cafam (Unicafam).

La mayoría de los estudiantes de quinto semestre de Ingeniería Telemática ya están trabajando en lo suyo. La institución tuvo que pasar varias de las materias a la jornada nocturna para que sus estudiantes puedan cumplir con sus compromisos académicos y laborales.

http://www.semana.com/especiales-comerciales/especial-de-educacion/articulo/se-buscan-profesionales-con-destrezas-en-ti/381444-3

22 marzo 2014

Tres consejos para elegir carrera

ESPECIAL EDUCACIÓNSegún el Ministerio de Educación, el 45,3 por ciento de quienes ingresan a educación superior no termina los estudios. Desorientación vocacional, entre las principales razones.

Tres consejos para elegir carrera. Antes de elegir una profesión es necesario informarse muy bien sobre la oferta y sobre lo que realmente se quiere estudiar.

Antes de elegir una profesión es necesario informarse muy bien sobre la oferta y sobre lo que realmente se quiere estudiar.

Por estos días, cerca de medio millón de estudiantes de grado once están resolviendo una importante pregunta: definir cuál será su rumbo profesional. Además de decidir a qué se van a dedicar deben pensar en la institución a la que se quieren o pueden inscribirse. “Hemos tenido en este tiempo pruebas psicotécnicas, entrevistas con el psicólogo, visitas a universidades y encuentros con representantes de instituciones que dan créditos y becas. Algo que nos ha servido mucho y para nada nos agobia”, cuenta Juan Sebastián Jerez, estudiante del colegio Patria.

Una carrera profesional no puede ser elegida a la ligera, pero tampoco debe convertirse en un martirio. Por eso SEMANA preguntó a expertos en este tema.

1. Autoconocimiento: Es importante conocer las competencias personales, por ejemplo en lectoescritura, expresión oral y operaciones matemáticas. “Si no hay sincronía entre gustos y destrezas no es una elección adecuada. Un muchacho que quiera estudiar Derecho y no le guste leer, o que desea ser ingeniero y perdió matemáticas en los últimos años, está desorientado”, explica Andrea Montoya, directora de Selección y Formación de PSEA Consultores, empresa de psicólogos que desde hace 40 años realiza procesos de orientación profesional.

En internet se encuentran decenas de test psicotécnicos gratuitos, pero si se busca una ayuda especializada están las agencias de orientación profesional qu evalúan las aptitudes, la capacidad intelectual y la personalidad del estudiante.  También indagan por su historia académica. Al final entregan un reporte con las carreras en las que la persona puede ser exitosa.

2. Mucha información: Las visitas a universidades, la consulta por internet y las conversaciones con estudiantes, egresados de programas y profesores permiten tener información sobre el tipo de programa que se está buscando. “Considerar en profundidad los planes de estudio de las carreras, preguntar cómo están organizadas y cuáles son sus exigencias es vital”, explica Evelyn Llinás, coordinadora del programa de orientación académica de Uninorte.

Esta institución, por ejemplo, realiza cada semestre la Feria de Orientación Profesional, en la que los bachilleres participan de actividades académicas que les muestran el papel de cada profesión y su campo de actividad. “También acceden a datos sobre becas, planes de financiación e intercambios”, dice Llinás.  La Sabana, con su programa de Integración, permite experimentar la vida universitaria y recibir materias orientadas a descubrir competencias. Su directora, María Gómez, cuenta que más del 80 por ciento de los jóvenes que han atendido por 14 años logran graduarse.

3. Campo laboral: “Conocer las oportunidades laborales y las opciones de emprendimiento que ofrece cada área”, recomienda Luis Correa, gerente de Operaciones e Innovación de Universia en Colombia.  La rentabilidad de una profesión es una determinante importante porque es el retorno del capital que se invirtió, pero, sobre todo, la posibilidad de vivir de la profesión.

En el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies) se encuentra el Observatorio Laboral que muestra cuánto están ganando los profesionales del país y sus condiciones laborales. También está Buscando Carrera, una herramienta con todos los pregrados. Otra alternativa es la Plataforma Virtual de Orientación Profesional en Universia.com donde se encuentra información de 37 universidades.

http://www.semana.com/especiales-comerciales/especial-de-educacion/articulo/consejos-para-elegir-carrera/381445-3

22 marzo 2014

A la hora de estudiar en la red

EDUCACIÓNDesde posgrados en las mejores universidades del mundo hasta cursos cortos de educación continua se pueden realizar vía online. Recomendaciones para seleccionar los programas correctos.

A la hora de estudiar en la red. Por lo general los programas de educación superior 'online' cuestan 30 por ciento menos que los presenciales.

Por lo general los programas de educación superior 'online' cuestan 30 por ciento menos que los presenciales.

Foto: ING image

La evolución que presentan las Tecnologías de la Información y Comuni-cación (TIC) ha generado gran oferta de programas académicos en todas las áreas del conocimiento, lo cual es atractivo para el creciente número de personas que desean capacitarse sin necesidad de estar en un aula. Prueba de ello es la encuesta de la red de universidades Universia, en la que el 59 por ciento de los 13.000 estudiantes indagados en nueve países de Iberoamérica, incluyendo Colombia, mostró su deseo de realizar estudios online. 

En el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies) están registrados 265 programas virtuales. Todos ellos son confiables, así como aquellos ofrecidos por una institución acreditada. Otras instituciones tienen además certificaciones internacionales, como el Politécnico Grancolombiano, que cuenta con la certificación Sloan Consortium, entidad líder de acreditación de programas virtuales a nivel mundial.  

Para el caso de programas que ofrecen instituciones extranjeras, el Ministerio de Educación Nacional hace varias recomendaciones: verificar si la institución que ofrece el curso tiene trayectoria, si cuenta con el reconocimiento en Colombia, si el programa es ofrecido en convenio con una institución nacional y si es ciento por ciento virtual, ya que si ofrece clases presenciales en el país tiene que contar con la debida autorización. El Ministerio convalida títulos solo de programas otorgados por instituciones extranjeras legalmente reconocidas por la autoridad competente del respectivo país. 

Para conocer las ofertas existen plataformas como Coursera, que tiene 6 millones de alumnos y 600 cursos. Cuenta con 108 asociados del peso de Princeton y Stanford, en Estados Unidos, y el Instituto Tecnológico de Monterrey, en América Latina. Otra es edX, con cerca de 2 millones de usuarios y universidades de la talla de Harvard, Berkeley y MIT. También están entidades como el BID, que recientemente anunció que ofrecerá cursos sobre desarrollo social y económico a través de este espacio. 

“Múltiples estudios han demostrado que no existe diferencia entre la formación presencial y la ‘online’. En Colombia esos resultados se confirman con las pruebas Saber Pro, en donde estudiantes de un mismo programa, pero con metodologías diferentes, logran resultados similares”, señala Andrés Núñez, presidente ejecutivo de Aciup (Asociación Colombiana de Instituciones Universitarias) y director general de la red de instituciones de educación superior Ilumno, para motivar los estudios por esta vía.
http://www.semana.com/especiales-comerciales/especial-de-educacion/articulo/estudiar-en-la-red/381151-3

lunes, 24 de marzo de 2014

HISTORIA DE LA CIENCIA

 

“La narración de esta historia nos lleva, de un cosmos inicial que no era más que una bola de energía expansiva a un universo de estrellas y galaxias; y luego, al menos en un planeta, a la aparición de moléculas reduplicantes, organismos celulares, vida multicelular, vida consciente y seres humanos. (J. Polkinghorne).


“El hombre debe darse cuenta que es un pequeño habitante de un insignificante planeta girando en torno a una estrella ordinaria”. (M.Augros & G.N. Stanciu).

Video: Alquimia, magia o ciencia. 

La ciencia nació en Grecia, gracias a la tradición jónica y aristotélica. Los griegos, por lo demás, descubrieron las matemáticas puras, y las matemáticas son el lenguaje de la ciencia. Prácticamente la ciencia desapareció en el imperio romano, fue recuperada por los musulmanes, en el siglo XII fue acogida en el occidente cristiano, y recreada a partir del siglo XVI y la era moderna. La Edad Media le dio un desarrollo con la creación del molino de agua, el de viento, los anteojos, el arado con ruedas, el timón, el reloj mecánico, y la imprenta. Dos centros universitarios se destacaron por lo estudios científicos en esta época: Oxford y Paris. En la primera, Bacon se pronunció contra los que daban más autoridad a las enseñanzas de los filósofos que a la experiencia. Como destaca Copleston, Bacon hizo sus propias observaciones en el campo de la óptica y señaló los propósitos prácticos en los que se podía ocupar la ciencia. Concibió la posibilidad del telescopio. Además, él y Grosseteste pusieron gran énfasis en el papel de la matemáticas en la ciencia. Empezamos con los datos empíricos, pero la finalidad de la ciencia teorética es hacerlos inteligibles, explicándolos con el razonamiento matemático. En la universidad de Paris sobresalieron también dos personajes en el campo de la ciencia. Jean Buridan que fue rector de la Universidad de Paris a partir de 1340 y al que se considera responsable de haber originado algunas de las ideas esenciales de la tradición científica moderna. Como filósofo escribió sobre la moción de proyectiles, la caída de los cuerpos y la rotación de la tierra. Nicolás de Oresme, fue seguidor de Burilan y enseñó en París. Murió como obispo de Lisieux en 1382. Discutió sobre la rotación de la tierra en lo que aplicó las teorías de Buridan. Grosseteste, Bacon y Occam dieron origen al espíritu empírico que va a distinguir al pensamiento anglo-sajón. La influencia de los trabajos de Bacon, Occam, Buridan, y Oresme se siente en Galileo.
Pierre Deum, físico e historiador de la ciencia, piensa que la ciencia nació en 1277, cuando el obispo de París, Etienne Tempier, con la sugerencia del papa Juan XXI, condenó muchas tesis que introducían las leyes necesarias de la naturaleza sobre la soberanía de Dios. El obispo declaró que para no poner límites a la omniptencia de Dios debía rechazarse la física aristotélica. Con esto, estaba reclamando una nueva física. Lo que el obispo estaba defendiendo era el voluntarismo cristiano frente al intelectualismo griego y, de este modo, abrió el camino para el voluntarismo.

Toda la empresa y la aventura científica, desde Aristóteles pasando por Copérnico hasta llegar a Einstein, Hubble y Hawking, lleva en sí una pregunta antropológica inquietante: ¿qué sentido antropológico tiene el cosmos? ¿Para dónde va ese imponente proceso cósmico, cuyo avance en su conocimiento ha modificado tanto nuestra forma de concebir al ser humano? ¿Se puede esperar que semejante desmesura incalculable sea un día accesible al hombre? Para los griegos ciertamente que el cosmos era su hogar. ¿Pero para el hombre de hoy y del futuro perdido en semejante infinito, lo podrá ser? Sin embargo, como dice R. Clarke, “la ciencia no ha sabido darnos una explicación clara de lo que son el mundo, la vida y el hombre, ni indicarnos cuál es su sentido”





COPERNICO-GALILEO-NEWTON: LA REVOLUCIÓN  COSMICO- ESPACIAL
Entre los años de 1543 y el de 1687 se realizó una verdadera revolución en la concepción del espacio. El primer año se publicó “Sobre las Revoluciones de las Esferas Celestes” (“De Revolutionibus”) de Nicolás Copérnico (1473-1543), quien murió a pocos meses de la publicación. Lo que este libro significó fue una nueva concepción del espacio y del cosmos. Tal revolución se completó en el segundo año nombrado, cuando Isaac Newton (1642-1727) publicó su libro “De Principia Matematica”. La obra de Copérnico cambió completamente la concepción que el hombre tenía hasta entonces sobre su lugar en el cosmos y sobre la estructura de éste último: el hombre se dio cuenta que la tierra se movía. Las máximas consecuencias de este descubrimiento las sacará Einstein cuando demostrará que el espacio es relativo al tiempo y que es el movimiento el que crea el tiempo y el espacio. Pero, además, Copérnico se dio cuenta que la estructura cósmica era matemática, tal como lo habían pensado los pitagóricos. Esto fue algo que Johannes Kepler (1571-1630) y Galileo Galilei (1564-1642) van a completar. Del primero es este principio básico de la ciencia moderna: “el conocimiento perfecto es siempre un conocimiento matemático”.

El año de 1590 fue un año importante para la física porque fue el año en que Galileo descubrió y midió la aceleración, pero lo es también el de 1600 cuando descubrió la ley de la inercia. En realidad todo el universo está en un constante estado de aceleración lo que es evidente por el hecho de que las galaxias se separan entre sí a velocidades que aumentan con la distancia (puesto que la distancia entre las galaxias aumenta con el tiempo, entonces la velocidad debe también aumentar con el tiempo, lo que es la aceleración). Las dos teorías básicas de la física, inercia y aceleración, había sido descubiertas pero su relación no se entendía aún. Fue Newton el que puso todo en la perspectiva exacta cuando mostró que el producto de la masa inercial y la aceleración es fuerza (fuerza: masa x aceleración).

Hacia 1609 Galileo comenzó a observar el cielo con la ayuda del telescopio. Con este uso, fue claro para Galileo que la visión antigua de que la tierra es el centro del cosmos era errada y que de hecho estamos girando en torno al sol. Por otra parte, Galileo pensó a Dios como un gran geómetra, que formó el mundo entero por medio de las matemáticas. Esto demuestra que el conocimiento del hombre es parecido al de Dios, porque ambos son matemáticos. Para él, el libro de la naturaleza era más confiable que el libro de la Biblia. Con Galileo la naturaleza deja de ser un organismo y se convierte en una máquina manejable.



Los descubrimientos astronómicos de Copérnico y Kepler, la mecánica de Galileo y los avances matemáticos de los científicos modernos en general van a tener su culminación y síntesis en Isaac Newton (1642-1727). En él se palpan también las influencias de Descartes y de Bacon. Sus aportes se pueden compendiar en dos campos: 1) el del movimiento, pues formuló las leyes del movimiento y de la inercia; 2) el de la gravitación universal. Así que el funcionamiento del sistema cósmico lo explica con la acción de las dos fuerzas: la inercia y la gravedad. El descubrimiento de que la misma masa tiene diferente peso a diferentes distancias del centro de la tierra condujo gradualmente a la formulación que él hizo de la ley de la gravedad. Por lo demás, el incomparable orden, belleza y armonía del cosmos suponen la existencia de Dios. El espacio, el tiempo, la masa, el éter solos no pueden conservar ese orden.Sin subestimar los desarrollos científicos que se realizaron en los siglos XVIII y XIX y que fueron necesarios para llegar a los inmensos progresos del siglo XX, vamos a dar un salto hasta este último siglo, en el que el progreso de la ciencia se ha realizado a una velocidad mucho mayor que en todos los siglos anteriores.

En 1855 James Clerk Maxwell descubre las propiedades matemáticas de la luz. Gracias a que se pudo descifrar las señales de la luz, hemos podido obtener todo nuestro conocimiento del cosmos, en los niveles macro y microscópico. Clerk fue seguido por Einstein en dar a la luz un lugar de primera en su descripción científica del universo espacio-temporal.

En 1900 se comenzaron a desentrañar los misterios del átomo. Max Planck formuló la teoría de los quántos y dio inicio a la física quántica. Posteriormente, en 1925, Schröndinger y Heisenberg inician la nueva mecánica quántica, con la cual se han venido interpretando la química y la física subatómicas. Han dado también su aporte decisivo a esta teoría Max Born, Paul Dirac y Niels Bohr. Como se ve, la mayor revolución de la física desde Newton, como ha sido la teoría quántica, ha sido un proceso en el que han participado distintos científicos. J. Polkinghorne llama a Einstein el abuelo de esta teoría, contra la cual, sin embargo, se pronunció y escribió a Max Born: “La teoría cuenta con un buen número de logros, pero no nos acerca en especial a los secretos del Viejo. De cualquier manera, estoy convencido de que El no juega a los dados”.



La introducción de la física quántica a lo largo del siglo XX, constituye sin duda la revolución conceptual más profunda de la física, y aun de las ciencias, pues su influencia se ha dejado sentir en la política contemporánea y la marcha ascendente de la tecnología: a ella debemos el transistor, los celulares, los bíperes, los portátiles, la biología molecular y la genética. La teoría de los quanta nos hace ver hoy que la materia se reduce a algo impalpable, que sólo se puede expresar matemáticamente. Max Planck, profesor de la universidad de Berlín, imagina que toda la materia consiste en vibraciones y emite energía que existe en forma de quantos. Es decir, la energía electromagnética debía ser emitida por la materia en forma de “quantos” o paquetes de energía, lo cual viene a significar que la energía es discontinua como lo es la materia. De esta manera, Planck eliminaba de la naturaleza la continuidad. En 1905, Einstein desarrolló las ideas de Plank y demostró que la luz está en realidad formada por corpúsculos distintos, a los que llamó fotones, que son quantos de luz. Niels Bohr, físico danés, amplió la teoría quántica de Planck, que da cuenta de la minúscula estructura subatómica de la materia. En su desarrollo a todo lo largo de la primera mitad del siglo XX, la teoría quántica ha puesto de presente conceptos como la discontinuidad, la complementariedad, la probabilidad, el indeterminismo y la imprecisión. El primero de estos conceptos nos dice que la realidad a nivel más profundo no es continua sino discontinua, y el indeterminismo nos dice que también el mundo de las dimensiones atómicas no es determinista y parece no conocer el principio de la causalidad. El núcleo de un átomo puede desintegrarse de una forma puramente casual, impredecible. Los principios de la imprecisión y de la probabilidad afirman que es imposible conocer exactamente el lugar y la velocidad de una partícula, por lo que es imposible un vaticinio exacto sobre ella.



Mientras esto ocurría en el micro-cosmos, en 1929, en el telescopio del Monte Wilson de los Angeles, Edwin Hubble confirma la teoría de la expansión del universo, considerada una de las ideas más asombrosas del siglo XX, y que el astrónomo R. Jastrow, llama “el último gran paso en la revolución del pensamiento respecto al lugar del hombre en el cosmos y que fue iniciada por Copérnico”. Según la ley de la expansión cósmica las galaxias se separan y el universo se expande. Esta expansión hizo posible que el universo se enfriara y que se fuera creando orden en el cosmos. La teoría de Hubble ha permitido calcular el tamaño, la edad y el ritmo de expansión del universo. Hubble también confirmó la existencia de la galaxia Andrómeda y aclaró que podían existir miles de millones de galaxias en un dinamismo constante de expansión. El primero que trató de explicar por qué el universo se expande fue el sacerdote católico belga George Lemaitre (m. 1966), relacionando la teoría general de la relatividad de Einstein y la teoría de la expansión cósmica, sugirió que el universo se había iniciado como un “huevo cósmico” que estalló de una forma inimaginablemente violenta. Posteriormente, el astrónomo ruso-norteamericano George Gamow (m.1968) le dio el nombre de Big Bang a esa explosión original (1948). Hoy se considera que el Big Bang se originó hace 14 billones de años. Nueve billones de años después se formaron el sol y la tierra. La vida vino a la existencia 10 billones de años después del Big Bang y la conciencia humana apareció sólo hace unos cientos de miles de años.



Desde los años 50 del siglo XX se acepta que el universo está hecho de átomos, núcleos, electrones, partículas elementales, galaxias, estrellas, planetas. Hoy sabemos que la materia ordinaria comprende sólo el 4% del universo. El resto, o sea el 96%, es desconocido. Un 23% del universo está hecho de materia oscura, así que partículas desconocidas penetran en la tierra y aún nuestros cuerpos sin dejar traza. El resto, o sea el 73% del universo, es energía oscura de la cual no tenemos conocimiento sino sólo que actúa en el universo expandiéndolo a una velocidad cada vez mayor. Hoy sabemos también que la muerte de las estrellas de la primera generación fue la condición para que se formaran los planetas, los cuales fueron necesarios para el desarrollo de los procesos químicos y para la evolución biológica. El desarrollo del universo a partir de partículas elementales y llegar a los seres vivos ha sido admirablemente dinámico, pero también terriblemente complejo. Hoy también sabemos que las dos fuerzas fundamentales del universo son el electromagnetismo y la gravitación y que prácticamente todos los fenómenos de la naturaleza son producidos por estas dos fuerzas primordiales. Todas las fuerzas del universo, excepto la gravitación, son de origen electromagnético. La materia, en efecto, está formada por átomos que, a su vez, están compuestos de partículas eléctricas y son las fuerzas electromagnéticas los que mantienen fijos a los núcleos de los átomos y las que hacen girar a los electrones alrededor de los núcleos.



Además, nosotros mismos somos parte de un proceso cósmico y nuestra existencia está asociada a una determinada fase cósmica que requiere de billones de años. El hombre primitivo dependía míticamente del cosmos. El hombre se entendía en el cosmos y desde él. El hombre de la modernidad se había liberado de la dependencia cósmica y, al contrario, buscó dominarlo, de tal manera que la ciencia clásica separó al hombre del cosmos, como dos realidades totalmente distintas. A partir del siglo XIX, con la teoría de la evolución se volvió a unir el hombre al cosmos, pero no ya en una dependencia mítica, si no lo contrario, es ahora el cosmos el que depende del hombre. La ciencia cambió en la segunda mitad del siglo pasado en dos formas: primero, el reconocimiento de que el proceso cósmico no es lineal puso en duda la capacidad de la ciencia para responder todos los cuestionamientos. La mecánica cuántica ha puesto de presente los límites inciertos de nuestro conocimiento sobre las posiciones y la velocidad, y el tiempo y la energía de los objetos. Puesto que la naturaleza no funciona como un reloj, el cosmos ni es estático ni eterno.

En segundo lugar, la ciencia, en el contexto de los astrofísicos y de la cosmología ha llegado a ser similar a la historia. El universo aparece como un desarrollo que implica al tiempo. El universo y su historia están presentes en cada uno de nuestros átomos. El tiempo ni está ausente del proceso cósmico ni es cíclico sino que progresa. Es revolucionaria la forma como la ciencia mira ahora a la naturaleza del tiempo. Antes se hablaba del cosmos eterno. Hoy nos entendemos como parte de un universo dinámico. Tanto la humanidad como cada individuo comparten su condición con las estrellas, las galaxias y todo el universo. La condición del hombre debe ser entendida, ahora, dentro del contexto de un desarrollo caótico, que vino a la existencia y que tiene un futuro abierto pero que también debe afrontar la caducidad y el perecer. La realidad se ve más integrada, desde el cosmos pasando por la vida y culminando en la historia y cada fase estudiada por una ciencia particular: la física, la biología y la antropología.



En cuanto al progreso técnico, en los años 30, Alan Turing ideó la primera computadora y en los 40 ideó otra que permitió descifrar los códigos secretos nazis durante la guerra. En la misma década, Enrico Fermi y J. Robert Oppenheimer desataron los poderes del átomo. Sabemos que todo el progreso técnico que estamos viviendo tiene su base en cuatro grandes descubrimientos: el quantum, el gen, la estructura química, y la invención del reactor por Frank Whittle, los cuales, a su vez, se originan en la gran multitud de laboratorios de física y química que brotan como hongos por Europa, primero, y luego en los Estados Unidos: Cavendisch en Cambridge, el Instituto de física Kaiser Guillermo en Berlín en el que trabajó Max Planck y que durante el tiempo nazi tuvo como director a Heisenberg, quien esperaba que las armas atómicas le dieran la victoria a Alemania; el laboratorio de Gotinga en el que trabajaron Max Born, Niels Bohr y Werner Heisenberg, el laboratorio Curie del College de Francia en París, el Instituto Nobel de física experimental en Estocolmo, el Instituto Niels Bohr de Copenhague, el departamento de física de Chadwick en Liverpool, el Imperial College de Londres, el laboratorio de Berkeley que dirigió Oppenheimer y en el que Ernest O. Lawrence creó el primer ciclotrón, los departamentos de física de Princenton y Columbia, a la que llegó Enrico Fermi en 1939; el Instituto Tecnológico de Massachussets fundado en 1861 para responder a los avances de la ciencia en el siglo XIX y que hasta ahora tiene cerca de 75 premios Nobel; el Met Lab. de Chicago, el Caltech o Instituto Tecnológico de California, en Pasadera, y el Instituto Físicotécnico de Leningrado.

 Los grandes científicos rusos que trabajaron en la investigación atómica fueron Abram Joffé, Meter Kapitza e Igor Kurchatov. Desde 1943 empezó a funcionar el laboratorio de Los Alamos, con la dirección de Robert Oppenheimer, y la colaboración de Enrico Fermi, Hans Bethe, Edward Teller y otros. Este laboratorio era el centro principal del proyecto Manhattan, que hizo de los Estados Unidos la primera potencia atómica del mundo y que fue dirigido por el general Leslie Groves. Teller es considerado el padre de la bomba H, una bomba mil veces más potente que la de Hiroshima, y que estalló experimentalmente por primera vez en 1955. Anteriormente, Teller había trabajado en Los Alamos con Oppenheimer, Einstein y Fermi, en la fabricacion de la bomba A. Tras haber forjado el arma más poderosa del mundo, Teller intentará después construir el escudo que ningún cohete pueda penetrar: un sistema de lasers y de satélites capaces de destruir en vuelo cualquier misil dirigido contra los Estados Unidos: es la llamada guerra de las estrellas.



A finales de enero de 1939 más de doce laboratorios de todo el mundo habían producido fisión nuclear, que consiste en que se parte el núcleo de un átomo pesado, junto con la liberación de energía y partículas atómicas. La posibilidad de la utilización de la energía nuclear en la construcción de bombas atómicas se hizo evidente y quien se encargó de advertirlo a la comunidad científica fue Leo Szilard, el científico judío húngaro. Este fue quien sugirió a Einstein para que diera a conocer el hecho al presidente Roosevelt. En su carta al presidente de agosto de 1939 le decía Einstein: “Un trabajo reciente de E. Fermi y L. Szilard,… me induce a pensar que el elemento uranio podría convertirse en una nueva e importante fuente de energía en un futuro inmediato… Este nuevo fenómeno también podría conducir a la construcción de bombas, y es concebible… que pueda construirse un nuevo tipo de  bomba extremadamente potente”. Los acontecimientos técnico-científicos se producen aceleradamente. A mitad de los años 40, en el Instituto Rockeffeler de Investigación Médica de Nueva York, Oswald Thomas Avery descubría el ADN, con lo cual revolucionó la genética y en agosto de 1945 el bombardero B-29 Enola Gay lanza la bomba Little Boy sobre Hiroshima. En diciembre de 1945 ya había muerto cerca de 140.000 personas por su causa. Así también, en 1947 William Shockley en los laboratorios Bell inventó el transistor y dio comienzo a la era digital. Robert Noyce y Jack Kilby, una década más tarde, crean los microchips. En 1953, Francis Crick y James Watson con el descubrimiento de la estructura del ADN, que viene a ser un portador y transportador físico de información genética, abren las puertas al gran desarrollo de la biología molecular, la ingeniería genética, la manipulación genética y a los bebés diseñados a medida. Se abrieron así las puertas para las especulaciones sobre el transhumano. El ADN ha permitido también calcular el origen de la vida: hace 3.800 millones de años.

Vamos ahora a considerar, más en detalle, a tres de los científicos más representativos para el desarrollo de la ciencia, uno en el campo de la biología, y los otros dos en el campo de la física y la cosmología, ciencias que han hecho avanzar la comprensión del hombre en el siglo XX de manera insospechada. Consideraremos también la respuesta de un científico católico a los planteamientos evolucionistas. Nos referimos a Teilhard de Chardin.


DARWIN (1809-1882): “LA REVOLUCIÓN BIOLÓGICA”

 


 “En biología nada tiene sentido si no es a la luz de la evolución”.    (Th. Dobzhansky).

J.F. Haught declara que “para la teología es beneficioso sumergirse por completo en el retrato darvinista de la vida” Por qué? Veamos. En 1859 Charles Darwin publicó su libro sobre el Origen de las Especies, al que siguió en 1871 el del Origen de lo Humano. Las ideas de Darwin, por su oposición a las ideas bíblicas, el carácter eminentemente materialista que tienen, la negación de la creación divina y la providencia, la negación de un principio espiritual en el hombre (el alma), fueron condenadas por las iglesias, tanto católicas como protestantes. Antes de la publicación del Origen de las Especies de Darwin, se veía a la Biblia y a las teorías científicas como dos realidades armónicas de la revelación de Dios. Con Darwin y el darwinismo todo cambió. La ciencia buscó liberarse de su sujeción a la metafísica y a la teología y, de todas maneras, se dio un profundo rompimiento, que ya se percibe claramente en el mismo Darwin. Todo esto evidenció una serie de problemas teológicos y científicos: la evolución y la creación, el diseño inteligente, el azar, la acción de Dios y las causas segundas.
El concepto clave de la teoría darwinista de la evolución humana es el de la selección natural, la cual no fue hasta las décadas de 1930 y 1940, con el desarrollo de la síntesis moderna de la teoría de Darwin con la genética, que la selección natural fue finalmente aceptada como el mecanismo central de la evolución de la naturaleza. Esta teoría implica: a) el ser humano, al igual que los demás seres vivos, está sujeto a las leyes de la naturaleza y por ello, el cambio orgánico irreversible está guiado por la lucha por la existencia y la selección natural con la supervivencia de los más aptos. b) La humanidad apareció en un momento histórico por un proceso de cambio orgánico sin concurso de otros elementos. A Dios no se le tiene en cuenta. c) El ser humano no es otra cosa que un primate más evolucionado.  d) Los comportamientos humanos (o culturales) son el resultado de un proceso biológico. Por evolución nacieron las instituciones culturales: familia, lenguaje, los valores, incluso la religión. El trabajo intelectual de Darwin parece confirmar el adagio de que si uno rechaza al Creador, inevitablemente coloca otra cosa en su lugar. Insistió en que uno debe escoger entre Dios y la naturaleza y le dio poderes cuasi divinos a las leyes de la naturaleza. Sus objeciones a la evolución providencial son dobles. Primero, hace que la selección natural sea “superflua”, “basura”, “pura palabrería”.



La selección natural reemplaza la idea del diseño. Segundo, Darwin objetó que pensar en un propósito divino aplicado a la evolución lleva la discusión “fuera del campo de la ciencia”. La ciencia no puede soportar la causalidad inteligente de ninguna manera.Por parte católica, el tema de la evolución, como tal, ha sido objeto de muchos debates, aunque nunca ha recibido una condena explícita por parte del Magisterio católico, como sí la recibió la teoría copernicana, que fue condenada en 1616. Sin embargo, a finales del siglo XIX una parte mayoritaria de los teólogos y de las autoridades de la Santa Sede veía la teoría de Darwin como un error insostenible. No se puede encontrar ninguna referencia a la teoría de la evolución en los documentos del magisterio pontificio o de las congregaciones romanas hasta la encíclica Humani Generis de Pío XII, publicada en 1950.

 Los escritos (prohibidos) de Teilhard de Chardin pudieron ser uno de los detonantes para la publicación de esta encíclica. El texto atribuía al posible origen evolutivo del cuerpo humano sólo elvalor de una hipótesis no demostrada. Insistía en que hay puntos sobre los que no es posible la discusión, como el origen del alma por una intervención especial de Dios, el monogenismo y el pecado original. Posteriormente, Pablo VI, el 11 de julio de 1966, volvió a tocar el tema del evolucionismo. Por iniciativa suya se reunió un Simposio Internacional de expertos en teología para tratar el asunto del pecado original e intentar acomodarlo a la nueva visión del mundo. Juan Pablo II en 1987 con ocasión del centenario de la publicación de los Principia de Newton (que aparecieron en 1687) afirmó: “la ciencia puede purificar a la religión del error y de la superstición; la religión puede purificar a la ciencia de idolatría y falsos absolutos. Cada una puede atraer a la otra hacia un mundo más amplio, en el que ambas puedan florecer”. El 22 de octubre de 1996 el mismo Juan Pablo II pronunció ante la Academia Pontificia de Ciencias un mensaje de gran importancia histórica. Aquí se afirma que “la evolución ha dejado de ser una mera hipótesis” y que las conclusiones a que han llegado las ciencias profanas a propósito de la evolución, incluido el papel desempeñado en ella en el origen del cuerpo humano, están sólidamente fundadas. Este mensaje papal concluye un período de más de cien años de investigaciones científicas y teológicas.

Además, el 7 de julio del 2005, el cardenal de Viena, Christoph Schönberg, publicó en el New York Times un artículo en donde ponía en duda que un católico pudiera ser evolucionista. Decía que no podemos prescindir del “diseño inteligente” de la creación frente al azar de los evolucionistas. Este artículo motivó que un grupo de científicos escribiera al Papa Benedicto XVI pidiéndole que confirmarse si seguía apoyando la postura de Juan Pablo II sobre la evolución en su discurso a la Academia Pontificia de Ciencias en 1996. Por otra parte, el jesuita director del Observatorio Vaticano, padre George Coyne, publicó en la revista The Tablet, el 6 de agosto de 2005, un artículo en el que rebate los argumentos de Schönberg y en el que habla de la “creación continua” y de la “creación en la evolución”, negando que haya oposición entre Evolución y Creación.
El discurso de Juan Pablo II a la Academia de Ciencias ya citado (1996), es un espaldarazo importante. Según él la enseñanza oficial de la Iglesia no es contraria a la explicación del origen humano por evolución. Pero hay dos puntos que deben ser mantenidos: a) La evolución no es fruto del azar ni de la pura expansión de la materia. El origen de todo es el Dios Creador. b) El segundo principio es que la evolución sola no explica por sí misma el origen de la dimensión espiritual y trascendente de lo humano. La humanización es un salto cualitativo que no obedece solo a la selección natural. Deja a la Teología que busque caminos para comprender la creación del alma dentro de la concepción dinámica del mundo.



ALBERT EINSTEIN (1879-1955): LA REVOLUCION EN EL TIEMPO
“Quiero saber cómo creó Dios este mundo… Lo que quiero conocer son Sus pensamientos, el resto son detalles”.
( Einstein).

Gracias a Einstein, ya el hogar del hombre no es el espacio sino el tiempo. ¿Por qué y cómo? Es lo que vamos a tratar de ver a continuación. La teoría de la relatividad y la teoría quántica socavaron el modelo newtoniano de un mundo mecánico, y así como la segunda explica la estructura minúscula de la realidad física, la teoría de la relatividad de Einstein explica la estructura a gran escala del universo, y de esta manera cambió la visión humana del universo, descubrió cómo está construido el mundo físico y describió el movimiento de la máquina del universo. Derribó a dos de los grandes absolutos de la ciencia del siglo XIX: la inercia absoluta, definida por el éter y el tiempo absoluto (o universal) que se podía medir con el reloj, todo el mundo tendría un tiempo personal o relativo. Einstein inventó el concepto del espacio-tiempo, y afirmó la curvatura del espacio-tiempo. Ha demostrado que espacio, tiempo, materia y energía son fenómenos interdependientes. La teoría de los quanta define hoy los límites interiores del conocimiento humano, y la teoría de la relatividad define los límites exteriores. La primera ha modelado los conceptos que hoy tenemos de las realidades demasiado pequeñas para ser percibidas, y la segunda los conceptos de las realidades demasiado remotas y vastas para ser también percibidas.

Los aportes de su labor científica empiezan en 1905 cuando escribió tres ensayos definitivos para el progreso de la ciencia: en el primero hacía una verificación experimental de la teoría quántica de Planck, en el otro hablaba del movimiento browniano, que demostraba la existencia de partículas, y en el tercero exponía la teoría especial de la relatividad y la famosa fórmula E=mc2, que a primer momento es la expresión matemática de la equivalencia que existe entre la masa y la energía, o sea, que la masa tiene energía y la energía tiene masa: si se concentra suficiente energía aparece materia. El efecto fotoeléctrico le valió el premio Nobel en 1922. De acuerdo con esto, la luz no es algo continuo sino que consta de partículas (fotones).



Esta dualidad entre las ondas y las partículas se convertiría en la base de lo que sería la física quántica. Esto proporcionó los fundamentos teóricos para la televisión, el láser y los semiconductores. El segundo confirmaba la existencia de átomos y moléculas. Señaló que el concepto mismo del éter era erróneo. El tercero cambió nuestra idea del universo, éste no es estático sino dinámico, debía estar expandiéndose o contrayéndose. El movimiento browniano había sido descubierto por Robert Brown y es el movimiento aparentemente caótico que cualquier partícula pequeña experimenta en el agua o en el gas. La materia está en movimiento continuo. La teoría de los átomos es el fundamento de la mecánica quántica.



Mediante la Teoría Especial de la Relatividad, Einstein aclara problemas como la estructura de la luz, el electromagnetismo, el movimiento y la relación entre la masa y la energía (la fórmula E=mc2). No importa cuán rápido nos alejemos o acerquemos a una fuente de luz, la velocidad de ese rayo siempre será la misma: 300.000 kms por segundo. Es decir, la luz tiene una velocidad constante, sin importar la dirección en que se mueve el espectador. Resolvió de una vez por todas el problema de la velocidad de la luz. El tiempo y el espacio tienen una apariencia relativa, el tiempo cambia según las circunstancias. Demostró que la energía y la materia son aspectos distintos de la misma cosa y describió su relación a través de la ecuación: la energía es igual a la masa por la velocidad de la luz al cuadrado, E=mc2. Es decir, demostró que la masa tiene energía, lo cual fue el punto de partida para la carrera armamentista nuclear. Esto quiere decir que la masa es energía concentrada y la energía es masa. Además, según esta teoría, el tiempo y el espacio no son absolutos sino relativos.
El tiempo transcurre de acuerdo con la velocidad a la que se desplaza la persona. En la vida ordinaria como en los misterios de la física, los acontecimientos son relativos a las circunstancias, no son absolutos.

En 1913, Einstein y Marcel Grossman redactaron un informe en el que exponían que las fuerzas gravitatorias sólo eran una manifestación de la curvatura del espaciotiempo. La gravedad, en efecto, es una distorsión del espacio-tiempo. La nueva teoría de un espacio-tiempo curvo se llamó la teoría de la Relatividad General y fue dada a conocer a partir de 1916. Para muchos es la teoría más bella de toda la ciencia. Con ella se ha logrado una descripción más precisa del universo Esta prueba definitiva de la distorsión del espacio y el tiempo representó el cambio más radical en nuestra percepción de nuestro entorno desde que Euclides escribió los elementos, alrededor del 300 a.C.

La Teoría General de la Relatividad transformó la concepción del espacio y del tiempo, que de ser inertes pasaron a ser participantes dinámicos en la vida del cosmos.Su teoría Especial permitió interpretar las fuerzas subatómicas más pequeñas. La teoría General nos explica lo más inconmensurable: desde el Big Bang hasta los misteriosos agujeros negros, temas en los que ha trabajado intensamente Hawkings. Desde entonces sabemos que vivimos en un universo agitado y febril: estrellas, meteoros, cometas, nebulosas, nubes de estrellas, galaxias, sistemas supergalácticos y todos los sistemas gravitacionales están un movimiento incesante, además, en el universo no hay direcciones ni fronteras. El universo einsteiniano no es algo rígido colocado en el espacio, es un continuo amorfo, sin arquitectura fija, plástico y variable, sujeto al cambio y a la distorsión. Anteriormente la vida o tiempo era más largo, relativo al movimiento que era más lento.



Hoy el movimiento es más rápido y por eso todo parece más efímero. Así que el tiempo es relativo al movimiento y la velocidad. Todo cuerpo es movimiento. Por eso existe el espacio-tiempo.
Poco después de trazar su Teoría General de la Relatividad, demostró que los fotones poseían un ritmo propio y redactó una teoría quántica de la radiación según la cual todas las partículas subatómicas, incluyendo los electrones, tienen características tanto de partículas como de ondas. A partir de este descubrimiento, Werner Heisenberg, en Copenhague y otros investigadores, Paul Dirac en Cambridge y Erwin Schrödinger en Zurich, elaboraron teorías quánticas que implican la existencia de una naturaleza azarosa e incierta y que el simple acto de observación afecta a las características de las partículas. A Einstein le horrorizó este elemento azaroso e imprevisible de las leyes más básicas de la física, y nunca aceptó del todo la mecánica quántica. A partir del trabajo de Einstein, investigadores como Heisenberg, Bohr, Richard Feynman, y Stephen Hawking se lanzaron a descifrar y controlar las fuerzas del cosmos. Einstein vaticinó la existencia de la energía oscura, al señalar que, en el cosmos, debía haber una especie de “energía oscura” a la que llamó “constante cosmológica”. Energía oscura no es lo mismo que materia oscura que es una forma de materia, mientras que energía oscura es un campo que llena todo el espacio. Ambas forman la mayor parte de la masa del universo.

 

En 1998, la energía oscura fue detectada por vez primera por dos grupos de astrofísicos.
 En 1939 escribió una carta al presidente Franklin D. Rossevelt en la que afirma: “es posible provocar reacciones nucleares en cadena… Es un nuevo fenómeno que puede llevar a la fabricación de bombas”. Esto desembocó en el Proyecto Manhattan y posteriormente en la bomba atómica que estalló sobre Hiroshima en 1945. Einstein pasó los últimos 22 años de su vida en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, New Jersey, buscando una teoría unificada de la mecánica quántica con su teoría de la gravedad, la relatividad general. Quería saber si el universo era inevitable, es decir, “si Dios tuvo elección a la hora de crear el mundo”.Como dice el teólogo de la ciencia Thomas Torrance, se sabe que Einstein leía a menudo la Biblia, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, aunque no aceptaba ninguna autoridad rígida, dada su actitud mental independiente y crítica. Sin embargo, mantuvo una gran admiración por la tradición judeo-cristiana. En síntesis, Einstein no tuvo un compromiso personal religioso, pero sí un profundo espíritu religioso que se expresa en su asombro ante la inmensidad, unidad, armonía racional y belleza matemática del universo.
En una conferencia dada en Berlín decía: “… La experiencia más hermosa y profunda que un hombre puede tener es el sentido del misterio. Este es el principio básico de la religión, como también de empeños serios tales como el arte y la ciencia… Sentir que bajo todo que lo que se experimenta hay algo que nuestras mentes no pueden comprender y cuya belleza y sublimidad nos llega sólo indirectamente y como un débil reflejo, esto es religiosidad. En este sentido yo soy religioso”. En 1929, Einstein tuvo una entrevista con la revista The Saturday Evening Post, en la que dijo: “Cuando niño fue instruido tanto en la Biblia como en el Talmud. Soy judío, pero me siento cautivado por la figura luminosa del Nazareno”.



STEPHEN HAWKING (1942 en Oxford) “Del El Big Bang  a los Agujeros Negros”

“Si descubrimos una teoría global… podremos participar en el debate sobre la pregunta de por qué existimos el universo y nosotros. Si damos con la respuesta a esta pregunta, ese será el triunfo definitivo de la razón humana; en ese momento, conoceremos la mente de Dios”.      (S. Hawking).

J. Horgan expresa esta opinión de Hawking: “Yo sospecho que Hawking –que tal vez tenga menos de buscador de la verdad que de artista, ilusionista y bromista cósmico- sabe desde siempre que encontrar y validar empíricamente una teoría unificada será una tarea extremadamente difícil, por no decir imposible… Hawking es un practicante magistral de la física y la cosmología irónicas” La cantidad abrumadora de sus ideas .en el campo de la física y de la cosmología produce perplejidad. Se ha empeñado en la búsqueda de una teoría final o definitiva la cual podría ayudarnos a conocer la mente de Dios. Claro está que Dios no existe, afirma, la teoría final excluye a Dios del universo y acaba con todos los misterios. Así que desarrolla la idea de los agujeros negros, el Big Bang y lo que pudo haber ocurrido antes de ella, qué existe más allá de los confines del universo, la expansión-concentración del Universo, la posibilidad de múltiples universos, las nuevas ideas acerca de la gravedad y la estructura de la realidad. Los agujeros negros pierden energía en forma de gravedad, se encogen, y por último, tras billones de años, explotan, lo que explica, quizás, los estallidos ocasionales de energía en el universo.

Hizo avanzar la idea que se tenía de los agujeros negros: éstos no son infinitos, ni en ellos desaparecen las leyes de la física. Son objetos del universo que obedecen a la ley de la entropía y, por lo tanto, tienen tiempo. Constantemente están engullendo materia y energía: miles de estrellas por minuto. No son invisibles, sino que pueden ser observados por las leyes de la física. Un agujero negro tiene tiempo y entropía y puede estallar o explotar al final. De igual modo, Hawking combinó por primera vez la mecánica cuántica con la relatividad. También ha desarrollado la teoría de la supercuerdas según la cual existen cuatro fuerzas fundamentales: 1) la gravedad, descubierta por Newton y que controla la estructura más amplia del universo, incluyendo los planetas, las estrellas y las galaxias; 2) la fuerza electromagnética, que es la que mantiene unidos los átomos y es responsable de toda las reacciones químicas; 3) la fuerza nuclear fuerte, que mantiene unidos los protones y neutrones, es responsable de las reacciones tales como la fisión o la fusión nucleares; 4) la fuerza nuclear débil, que responde por la desintegración radiactiva del núcleo, cuando hay emisión de partículas alfa y beta. A esto se agrega que el componente básico de la materia no son partículas sino cuerdas diminutas y unidimensionales, millones de veces menores que un núcleo atómico y que a menudo adoptan la forma de una cuerda.



TEILHARD DE CHARDIN (1881 -1955) UNA EXPLICACIÓN CATÓLICA DEL EVOLUCIONISMO

“Somos polvo de las estrellas convertido en personas”.      (A. Peacocke).
 
Aunque el pensamiento de Teilhard sea una respuesta directa a Darwin, desde el punto de vista de un científico católico, él asume también los logros científicos de Einstein para mostrar que el pensamiento católico puede avenirse muy bien con los resultados de la ciencia. La obra del P. Teilhard tiene dos dimensiones fundamentales. Una puramente técnico científica que gira en torno al Fenómeno Humano, y otra de carácter más puramente cristiano: el Medio Divino. Como lo expresa el P. De Lubac, “así como El Fenómeno humano asume, para trastornarla de arriba abajo, en beneficio del hombre, la idea de la evolución universal, igualmente puede decirse que el Medio divino asume la idea de evolución universal, continuada en el Hombre… pero transformándola también de arriba abajo en beneficio de la agregación del Hombre a Dios solo” Es por eso que .en la Energía Humana expresa este pensamiento que compendia todo lo que hemos estado considerando en este estudio: “el sentido cósmico debe por tanto confluir en el sentido cristiano”, el cual consiste en que “la Persona de Cristo es principio y alma de la evolución”
En resumen, “su programa consiste en tres palabras: “cristificar la Evolución” y también evangelizar “el mundo moderno de la ciencia”. En su renombrada fórmula E=mc2, Einstein demostró que la energía y la materia son transformables la una en la otra. Teilhard, por su parte, ha formulado la ley de la “complejidad-conciencia”, según la cual la materia es fuente de siquismo y conciencia. De lo que se concluye que la energía física no es la única realidad, sino que coexistente con la realidad material encontramos la energía síquica, que escapa a los instrumentos científicos. El principio de incertidumbre de Heisenberg, por su parte, ha señalado que en los constituyentes últimos de la materia hay espontaneidad: “No son electrones definidos los que gravitan alrededor de los núcleos atómicos, sino nubes de probabilidades”. Esas probabilidades o espontaneidades elementales van constituyendo siquismos cada vez más consistentes. “A su manera, la materia obedece, desde el origen, a la gran ley biológica de complejificación”, dice Teilhard.



 Acogiendo la hipótesis del huevo cósmico o núcleo inicial del sacerdote católico belga, G. E. Lemaitre (m. 1966), expuesta según la idea del Big Bang por el físico ruso-norteamericano George Gamow (m. 1968) y desarrollada por Hawking, según la cual toda la materia del universo estuvo comprimida y luego explotó para iniciar la expansión del universo, por un proceso cósmico de disminución del calor original, se fueron produciendo los elementos materiales, los planetas, el sol y la tierra, la teoría de la evolución de Teilhard explica la evolución. La tierra, a su vez, originalmente era un gran laboratorio que producía, por constantes mutaciones, nuevos elementos. El vapor del agua se condensó, y la tierra se llenó de agua, surgieron así los mares y los océanos. Fue así como en las aguas los rayos ultravioletas originaron nuevas síntesis de los primeros compuestos orgánicos y se van originando asociaciones moleculares cada vez más complejas. Se produce luego la célula y se inicia la biosfera: “Deus creat uniendo”. Como quien dice, el mundo viviente se fraguó en los mares. En las aguas poco profundas aparecen los anfibios y los grandes reptiles.



Esto ocurrió en la era secundaria (o mesozoica), hace 135 millones de años. La era primaria (o paleozoica) fue hace 360 millones de años. En la era terciaria (o cenozoica), hace 54 millones de años, se desarrolla plenamente la biosfera. Es cuando surgen los mamíferos y aparecen los primates, a través de los cuales se continúa la evolución de la vida. En la era cuaternaria, hace un millón de años, aparece el hombre. Como se ve, el hombre está hecho con el limo de la tierra. Se suceden varias ramas de antropoides: el pitecantropo, el sinántropo, el eurantropo y el hombre de Neanderthal, para culminar todo en el homo sapiens, en el que aparecen la religión y la socialización.

Termina aquí la evolución somática y se inicia la evolución síquica. Hasta ahora, la génesis del hombre estaba a cargo del cosmos, en adelante el cosmos mismo va a depender el hombre, que tiene ahora en sus manos la suerte del universo. En otras palabras, en el hombre culmina el anhelo cósmico de ser-más. Por ello, el hombre es la clave de comprensión del universo, y al mismo tiempo es el “centro de construcción del Universo” El hombre es, pues, “en primer término un fenómeno cósmico”, es “el más grande acontecimiento telúrico y biológico de nuestro planeta”.



Hasta ahora, el hombre ha estado dependiente de un proceso cósmico-evolutivo, pero ha entrado ya en el proceso social-histórico para realizarse en la comunidad, mediante el trabajo y la técnica. De esta manera, “le corresponde al Hombre prolongar en cierto modo la creación, entrar en los puntos de vista del Creador, presentándole su concurso voluntario a la obra empezada sin él y para él”. Gracias a la técnica una mayor cantidad de energía humana está quedando libre para el pensamiento, la investigación y la ciencia. Hemos entrado en la Noosfera que no será una máquina de hacer cosas, sino una “inmensa máquina de pensar”. Pero no termina aquí el proceso evolutivo y científico. Teilhard ve un punto de maduración del universo, un punto que él llamó Omega, punto que corona a “la ciencia de la evolución”.
Omega es el nombre científico de la culminación de la evolución, pero en el lenguaje de la teología cristiana es el Cristo cósmico. La ciencia por sí misma es incapaz de descubrirlo, y ésta es una de sus limitaciones.
 
http://cosmologa.wordpress.com/2011/01/20/breve-historia-del-desarrollo-de-la-ciencia/

TEORIA DE LA EVOLUCION HUMANA

Etapas en la línea evolutiva humana

Los pre-australopitecinos

Los primeros posibles homínidos bípedos (homininos) son Sahelanthropus tchadiensis (con una antigüedad de 7 millones de años y encontrado en el Chad, pero que genera muchas dudas acerca de su adscripción a nuestra línea evolutiva), Orrorin tugenensis (con unos 6 millones de años y hallado en África Oriental) y Ardipithecus (entre 5,5-4,5 millones de años y encontrado en la misma región). Los fósiles de estos homínidos son escasos y fragmentarios y no hay acuerdo general sobre si eran totalmente bípedos. No obstante, tras el descubrimiento del esqueleto casi completo apodado Ardi, se han podido resolver algunas dudas al respecto; así, la forma de la parte superior de la pelvis indica que era bípedo y que caminaba con la espalda recta, pero la forma del pie, con el dedo gordo dirigido hacia adentro (como en las manos) en vez de ser paralelo a los demás, indica que debía caminar apoyándose sobre la parte externa de los pies y que no podía recorrer grandes distancias.

Los australopitecinos

Reconstrucción de Australopithecus afarensis.
Los primeros homínidos de los que se tiene la seguridad de que fueron completamente bípedos son los miembros del género Australopithecus, de los que se han conservado esqueletos muy completos (como el de la famosa Lucy).
Este tipo de hominino prosperó en las sabanas arboladas del este de África entre 4 y 2,5 millones de años atrás con notable éxito ecológico, como lo demuestra la radiación que experimentó, con al menos cinco especies diferentes esparcidas desde Etiopía y el Chad hasta Sudáfrica.
Su desaparición se ha atribuido a la crisis climática que se inició hace unos 2,8 millones de años y que condujo a una desertificación de la sabana con la consiguiente expansión de los ecosistemas abiertos, esteparios. Como resultado de esta presión evolutiva, algunos Australopithecus se especializaron en la explotación de productos vegetales duros y de escaso valor nutritivo, desarrollando un impresionante aparato masticador, originando al Paranthropus; otros Australopithecus se hicieron paulatinamente más carnívoros, originando a los primeros Homo.

Los primeros Homo

Reconstrucción de Homo habilis
No se sabe con certeza qué especie originó los primeros miembros del género Homo; se han propuesto a A. africanus, A. afarensis y A. garhi, pero no hay un acuerdo general. También se ha sugerido que Kenyanthropus platyops pudo ser el antepasado de los primeros Homo.
Clásicamente se consideran como perteneciente al género Homo los homínidos capaces de elaborar herramientas de piedra. No obstante, esta visión ha sido puesta en duda en los últimos años; por ejemplo, se ha sugerido que Australopithecus ghari, hace 2,5 millones de años fue capaz de fabricar herramientas. Las primeras herramientas eran muy simples y se encuadran en la industria lítica conocida como Olduvayense o Modo 1. Las más antiguas proceden de la región de Afar (Etiopía) y su antigüedad se estima en unos 2,6 millones de años, pero no existen fósiles de homínidos asociados a ellos (ver El artesano olduvayense).
De esta fase se ha descrito dos especies, Homo rudolfensis y Homo habilis, que habitaron África Oriental entre 2,5 y 1,8 millones de años atrás, que a veces se reúnen en una sola. El volumen craneal de estas especies oscila entre 650 y 800 cm³.

El poblamiento de Eurasia

Distribución geográfica y temporal del género Homo. Otras interpretaciones difieren en la taxonomía y distribución geográfica.
Reconstrucción de Homo erectus
Excavación en el yacimiento de Gran Dolina, en Atapuerca (provincia de Burgos).
Esta es sin duda la etapa más confusa y compleja de la evolución humana. El sucesor cronológico de los citados Homo rudolfensis y Homo habilis es Homo ergaster, cuyos fósiles más antiguos datan de hace aproximadamente 1,8 millones de años, y su volumen craneal oscila entre 850 y 880 cm³.
Morfológicamente es muy similar a Homo erectus y en ocasiones se alude a él como Homo erectus africano. Se supone que fue el primero de nuestros antepasados en abandonar África; se han hallado fósiles asimilables a H. ergaster (o tal vez a Homo habilis) en Dmanisi (Georgia), datados en 1,8 millones de años de antigüedad y que se han denominado Homo georgicus que prueban la temprana salida de África de nuestros antepasados remotos.
Esta primera migración humana condujo a la diferenciación de dos linajes descendientes de Homo ergaster: Homo erectus en Extremo Oriente (China, Java) y Homo antecessor/Homo cepranensis en Europa (España, Italia). Por su parte, los miembros de H. ergaster que permanecieron en África inventaron un modo nuevo de tallar la piedra, más elaborado, denominado Achelense o Modo 2 (hace 1,6 ó 1,7 millones de años). Se ha especulado que los clanes poseedores de la nueva tecnología habrían ocupado los entornos más favorables desplazando a los tecnológicamente menos avanzados, que se vieron obligados a emigrar. Ciertamente sorprende el hecho que H. antecessor y H. erectus siguieran utilizando el primitivo Modo 1 (Olduvayense), cientos de miles de años después del descubrimiento del Achelense. Una explicación alternativa es que la migración se produjera antes de la aparición del Achelense.
Parece que el flujo genético entre las poblaciones africanas, asiáticas y europeas de esta época fue escaso o nulo. Homo erectus pobló Asia Oriental hasta hace solo unos 50.000 años (yacimientos del río Solo en Java) y que pudo diferenciar especies independientes en condiciones de aislamiento, como Homo floresiensis de la Isla de Flores (Indonesia). Por su parte, en Europa se tiene constancia de la presencia humana desde hace casi 1 millón de años (Homo antecessor), pero se han hallado herramientas de piedra más antiguas no asociadas a restos fósiles en diversos lugares. La posición central de H. antecessor como antepasado común de Homo neanderthalensis y Homo sapiens ha sido descartada por los propios descubridores de los restos (Eudald Carbonell y Juan Luis Arsuaga).
Los últimos representantes de esta fase de nuestra evolución son Homo heidelbergensis en Europa, que supuestamente está en la línea evolutiva de los neandertales, y Homo rhodesiensis en África que sería el antepasado del hombre moderno.
Una visión más conservativa de esta etapa de la evolución humana reduce todas las especies mencionadas a una, Homo erectus, que es considerada como una especie politípica de amplia dispersión con numerosas subespecies y poblaciones interfértiles genéticamente interconectadas.

Nuevos orígenes en África

La fase final de la evolución de la especie humana está presidida por tres especies humanas inteligentes, que durante un largo periodo convivieron y compitieron por los mismos recursos. Se trata del Hombre de Neanderthal (Homo neanderthalensis), la especie del homínido de Denisova y el hombre moderno (Homo sapiens). Son en realidad historias paralelas que, en un momento determinado, se cruzan.
El Hombre de Neanderthal surgió y evolucionó en Europa y Oriente Medio hace unos 230.000 años, presentando claras adaptaciones al clima frío de la época (complexión baja y fuerte, nariz ancha).
El homínido de Denisova vivió hace 40.000 años en los montes Altai y probablemente en otras áreas en las cuales también vivieron neandertales y sapiens. El análisis del ADN mitocondrial indica un ancestro femenino común con las otras dos especies hace aproximadamente un millón de años. La secuencia de su genoma ha revelado que habría compartido con los neandertales un ancestro hace unos 650.000 años y con los humanos modernos hace 800.000 años. Un molar descubierto presenta características morfológicas claramente diferentes a las de los neandertales y los humanos modernos.

Los fósiles más antiguos de Homo sapiens datan de hace unos 200.000 años (Etiopía). Hace unos 90.000 años llegó al Próximo Oriente donde se encontró con el Hombre de Neanderthal que huía hacia el sur de la glaciación que se abatía sobre Europa. Homo sapiens siguió su expansión y hace unos 45.000 llegó a Europa Occidental (Francia); paralelamente, el Hombre de Neanderthal se fue retirando, empujado por H. sapiens, a la periferia de su área de distribución (Península ibérica, mesetas altas de Croacia), donde desapareció hace unos 28.000 años.
Aunque H. neanderthalensis ha sido considerado con frecuencia como subespecie de Homo sapiens (H. sapiens neanderthalensis), el análisis del genoma mitocondrial completo de fósiles de H. neanderthalensis sugieren que la diferencia existente es suficiente para considerarlos como dos especies diferentes, separadas desde hace 660.000 (± 140.000) años.
Se tiene la casi plena certeza de que el Hombre de Neandertal no es ancestro del ser humano actual, sino una especie de línea evolutiva paralela derivada también del Homo erectus/Homo ergaster a través del eslabón conocido como Homo heidelbergensis. El neandertal coexistió con el Homo sapiens y quizá terminó extinguido por la competencia con nuestra especie. Si existió algún mestizaje entre ambas especies, el aporte a la especie humana actual ha sido, en lo genético, inferior al 5% (un arqueólogo y paleoantropólogo que defendía la hipótesis de una fuerte mixogénesis de las dos especies ha sido descubierto como falsificador de "pruebas"; en efecto, existe actualmente casi total escepticismo de que ambas especies hayan sido interfértiles). En cuanto al llamado Hombre de Cro-Magnon corresponde a las poblaciones de Europa Occidental de la actual especie Homo sapiens.

Homo sapiens

Los parientes vivos más cercanos a nuestra especie son los grandes simios: el gorila, el chimpancé, el bonobo y el orangután.
Los fósiles más antiguos de Homo sapiens tienen una antigüedad de casi 200.000 años y proceden del sur de Etiopía (formación Kibish del río Omo), considerada como la cuna de la humanidad (véase Hombres de Kibish). A estos restos fósiles siguen en antigüedad los de Homo sapiens idaltu, con unos 160.000 años.
Biocronología de Hominina
Homo (género) Australopithecus Ardipithecus Paranthropus Paranthropus robustus Paranthropus boisei Paranthropus aethiopicus Homo neanderthalensis Homo heidelbergensis Homo antecessor Homo sapiens Homo rhodesiensis Homo floresiensis Homo georgicus Homo habilis Homo rudolfensis Kenyanthropus platyops Australopithecus sediba Australopithecus garhi Australopithecus africanus Australopithecus bahrelghazali Australopithecus afarensis Australopithecus anamensis Ardipithecus ramidus Ardipithecus kadabba Orrorin tugenensis Sahelanthropus tchadensis Holoceno Pleistoceno Plioceno Mioceno

Algunos datos de genética molecular concordantes con hallazgos paleontológicos, sostienen que todos los seres humanos descienden de una misma Eva mitocondrial o E.M., esto quiere decir que, según los rastreos del ADNmt - que sólo se transmite a través de las madres-, toda la humanidad actual tiene una antecesora común que habría vivido en el noreste de África, probablemente en Tanzania (dada la mayor diversidad genética allí) hace entre 150.000 y 230.000 años21 (ver haplogrupos de ADN mitocondrial humano).
Estudios de los haplogrupos del cromosoma Y humano, concluyen que por línea paterna hay una ascendencia que llega hasta el Adán cromosómico, el cual habría vivido en el África subsahariana entre hace 60.000 y 90.000 años.
Otros indicios derivados de muy recientes investigaciones sugieren que la de por sí exigua población de Homo sapiens hace unos 74.000 años se redujo al borde de la extinción al producirse el estallido del volcán Toba, según la Teoría de la catástrofe de Toba, volcán ubicado en la isla de Sumatra, cuyo estallido ha dejado como rastro el lago Toba. Tal erupción-estallido tuvo una fuerza 3.000 veces superior a la erupción del Monte Santa Helena en 1980. Esto significó que gran parte del planeta se vio cubierto por nubes de ceniza volcánica que afectaron negativamente a las poblaciones de diversas especies incluidas la humana. Según esta hipótesis llamada entre la comunidad científica Catástrofe de Toba, la población de Homo sapiens (entonces toda en África; la primera migración fuera de África fue en torno al año 70.000 ac) se habría reducido a sólo alrededor de 1000 individuos. Si esto es cierto, significaría que el 'pool' genético de la especie se habría restringido de tal modo que se habría potenciado la unidad genética de la especie humana.
No todos están de acuerdo con esa datación. Después de analizar el ADN de personas de todas las regiones del mundo, el genetista Spencer Wells sostiene que todos los humanos que viven hoy descienden de un solo individuo que vivió en África hace unos 60.000 años.
Por todo lo antedicho queda demostrado el monogenismo de la especie humana y, consecuentemente, descartado el poligenismo, que servía de "argumento" a teorías racistas.

Cambios evolutivos

Aspectos morfológicos

Diferencias con otros primates

Cuando los ancestros del Homo sapiens y otros muchos primates vivían en selvas comiendo frutos, bayas y hojas, abundantes en vitamina C, pudieron perder la capacidad genética, que tiene la mayoría de los animales, de sintetizar en su propio organismo tal vitamina. Tales pérdidas durante la evolución han implicado sutiles pero importantes determinaciones: cuando las selvas originales se redujeron o, por crecimiento demográfico, resultaron superpobladas, los primitivos homininos (y luego los humanos) se vieron forzados a recorrer importantes distancias, migrar, para obtener nuevas fuentes de nutrientes (por ejemplo de la citada vitamina C).
Todos los cambios reseñados han sucedido en un periodo relativamente breve (aunque se mida en millones de años), esto explica la susceptibilidad de nuestra especie a afecciones en la columna vertebral y en la circulación sanguínea y linfática.

Cerebración

El Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci.
La cerebración y la corticalización son temas que requieren, por sí solos, artículos propios, dado el alcance y la importancia de dichos procesos. Aquí importa comentar de lo mínimo indispensable para comprender la evolución humana.
La cerebración tanto como la corticalización son fenómenos biológicos muy anteriores a la aparición de los homínidos, sin embargo en éstos, y en especial en Homo sapiens, la cerebración y la corticalización adquieren un grado superlativo (hasta el punto que Theilard de Chardin enunció una curiosa teoría, la de la noósfera y noogénesis, esto es: teoría del pensar inteligente, que se basa en la evolución del cerebro).
El cerebro de Homo sapiens, en relación a la masa corporal, es uno de los más grandes. Más llamativo es el consumo de energía metabólica (por ejemplo, la producida por la "combustión" de la glucosa) que requiere el cerebro: un 20% de toda la energía corporal, y aun cuando la longitud de los intestinos humanos evidencian los problemas que se le presentan.
En Homo sapiens el volumen oscila entre los 1.200 a 1.400 cm3, el promedio global actual es de 1.350 cm3; sin embargo no basta un incremento del volumen, sino cómo se dispone; esto es: cómo está dispuesta la "estructura" del sistema nervioso central y del cerebro en particular. Por término medio, los Homo neanderthalensis pudieron haber tenido un cerebro de mayor tamaño que el de nuestra especie, pero la morfología de su cráneo demuestra que la estructura cerebral era muy diferente: con escasa frente, los neandertalenses tenían poco desarrollados los lóbulos frontales y, en especial, muy poco desarrollada la corteza prefrontal. El cráneo de Homo sapiens no sólo tiene una frente prominente sino que es también más alto en el occipucio (cráneo muy abovedado), esto permite el desarrollo de los lóbulos frontales. De todos los mamíferos, Homo sapiens es el único que tiene la faz ubicada bajo los lóbulos frontales.
Sin embargo, aún más importante para la evolución del encéfalo parecen haber sido las mutaciones en el posicionamiento del esfenoides.
Se ha hecho mención en el apartado dedicado a la aparición del lenguaje articulado de la importancia del gen FOXP2; dicho gen es el encargado del desarrollo de las áreas del lenguaje y de las áreas de síntesis (las áreas de síntesis se encuentran en la corteza cerebral de los lóbulos frontales). El aumento del cerebro y su especialización permitió la aparición de la llamada lateralización, o sea, una diferencia muy importante entre el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho del cerebro. El hemisferio izquierdo tiene desarrollado en su corteza áreas específicas que posibilitan el lenguaje simbólico basado en significantes acústicos: el área de Wernicke y el área de Broca.
Es casi seguro que ya hace 200.000 años los sujetos de la especie Homo sapiens tenían un potencial intelectual equivalente al de la actualidad, pero para que se activara tal potencial tardaron milenios: el primer registro de conducta artística conocido se data hace sólo unos 75.000 años, los primeros grafismos y expresiones netamente simbólicas fuera del lenguaje hablado se datan hace sólo entre 40.000 y 35.000 años. Las primeras escrituras (" memoria segunda" como bien les llamara Roland Barthes) datan de hace entre 5.500 ó 5.000 años, en el Valle del Nilo ó en la Mesopotamia asiática.
Se ha dicho, también líneas antes, que Homo sapiens mantiene características de estructura craneal "primitivas" ya que recuerdan a las de un chimpancé infantil;, en efecto, tal morfología es la que permite tener la frente sobre el rostro y los lóbulos frontales desarrollados.
La cabeza de Homo sapiens, para contener tal cerebro, es muy grande; aún en el feto y en el neonato, razón principal por la cual los partos son difíciles, sumada a la disposición de la pelvis.
Una solución parcial a esto es la heterocronía: el neonato humano está muy incompletamente desarrollado en el momento del parto; puede decirse (con algo de metáfora) que la gestación en el ser humano no se restringe a los ya de por sí prolongados nueve meses intrauterinos, sino que se prolonga extrauterinamente hasta, al menos, los cuatro primeros años; en efecto, el infante está completamente desvalido durante años, tan es así que, que entre los 2 a 4 años es cuando tiene lo suficientemente desarrolladas las áreas visuales del cerebro como para tener una percepción visual de su propio ser (Estadio del espejo descubierto por Jacques Lacan en la década de 1930). Ahora bien, si Homo sapiens tarda mucho en poder tener una percepción plena de su imagen corporal es interesante saber que es uno de los pocos animales que se percibe al ver su imagen reflejada (sólo se nota esta capacidad en bonobos, chimpancés, y si acaso en gorilas, orangutanes, delfines y elefantes).
Tal es la prematuración de Homo sapiens, que mientras un chimpancé neonato tiene una capacidad cerebral de un 65% de la de un chimpancé adulto, o la capacidad de Australopithecus afarensis era en el parto de un 50% respecto a la de su edad adulta, en Homo sapiens 'bebé' tal capacidad no supera al 25% de la capacidad que tendrá a los 45 años (a los 45 años aproximadamente es cuando se desarrolla totalmente el cerebro humano).
Pero no basta el desarrollo cronológico. Para que el cerebro humano se "despliegue" -por así decirlo- o desarrolle requiere de estimulación y afecto; de otro modo la organización de algunas de las áreas del cerebro puede quedar atrofiada.

Bipedestación

Los Homininos, primates bípedos, habrían surgido hace unos 6 ó 7 millones de años en África, cuando dicho continente se encontró afectado por una progresiva desecación que redujo las áreas de bosques y selvas. Como adaptación al bioma de sabana aparecieron primates capaces de caminar fácilmente de modo bípedo y mantenerse erguidos (East Side Story) . Más aún, en un medio cálido y con fuerte radiación ultravioleta e infrarroja algunas de las mejores soluciones adaptativas son la marcha bípeda y la progresiva reducción de la capa pilosa, lo que evita el excesivo recalentamiento del cuerpo. Hace 150.000 años el norte de África volvió a sufrir una intensa desertización lo cual significó otra gran presión evolutiva como para que se fijaran los rasgos principales de la especie Homo sapiens.
Para lograr la postura y marcha erecta han tenido que aparecer importantes modificaciones:
  • Cráneo. Para permitir la bipedestación, el foramen magnum (u orificio occipital por el cual la médula espinal pasa del cráneo a la raquis) se ha desplazado; mientras en los simios el foramen magnum se ubica en la parte posterior del cráneo, en el Homo sapiens (y en sus ancestros directos) el foramen magnun se ha "desplazado" casi hacia la base del mismo.
  • Columna vertebral. La columna vertebral bastante rectilínea en los simios, en el Homo sapiens y en sus ancestros bípedos ha adquirido curvaturas que permiten soportar mejor el peso de la parte superior del cuerpo, tales curvaturas tienen un efecto "resorte". Por lo demás la columna vertebral ha podido erguirse casi 90º a la altura de la pelvis; si se compara con un chimpancé se nota que al carecer este primate de la curva lumbar, su cuerpo resulta empujado hacía adelante por el propio peso. En la raquis humana el centro de gravedad se ha desplazado, de modo que el centro de gravedad de todo el cuerpo se sitúa encima del soporte que constituyen los pies; al tener el Homo sapiens una cabeza relativamente grande el centro de gravedad corporal es bastante inestable (y hace que al intentar nadar, el humano tienda a hundirse "de cabeza") Otro detalle; las vértebras humanas son más circulares que las de los simios, esto les permite soportar mejor el peso vertical.
  • Pelvis. La pelvis se ha debido ensanchar, lo cual ha sido fundamental en la evolución de nuestra especie. Los huesos ilíacos de la región pelviana en los Homo sapiens (e inmediatos antecesores) "giran" hacia el interior de la pelvis, esto le permite soportar mejor el peso de los órganos al estar en posición erecta. La citada modificación de la pelvis implica una disminución importante en la velocidad posible de la carrera por parte de los humanos. La bipedestación implica una posición de la pelvis, que hace que las crías nazcan "prematuras": en efecto, el parto humano es denominado ventral acodado ya que existe casi un ángulo recto entre la cavidad abdominal y la vagina que en el pubis de la mujer es casi frontal, si en todos los otros mamíferos el llamado canal de parto es muy breve, en cambio en las hembras de Homo sapiens es muy prolongado y sinuoso, esto hace dificultosos los alumbramientos. Como se verá más adelante, esto ha sido fundamental en la evolución de nuestra especie.
Huxley - Mans Place in Nature.jpg
  • Piernas. También para la bipedestación ha habido otros cambios morfológicos muy importantes y evidentes, particularmente en los miembros y articulaciones. Los miembros inferiores se han robustecido, el fémur humano se inclina hacia adentro, de modo que le posibilita la marcha sin necesidad de girar casi todo el cuerpo; la articulación de la rodilla se ha vuelto casi omnidireccional (esto es, puede moverse en diversas direcciones), aunque en los monos -por ejemplo el chimpancé- existe una mayor flexibilidad de la articulación de la rodilla, lo que facilita un mejor desplazamiento por las copas de los árboles, es así que el humano a diferencia de sus parientes más próximos no marcha con las rodillas dobladas.
  • Pies. En los humanos los pies se han alargado, particularmente en el talón, reduciéndose algo los dedos del pie y dejando de ser oponible el "pulgar" del pie (el dedo mayor), en líneas generales el pie ha perdido casi totalmente la capacidad de aprehensión. Se sabe, en efecto, que el pie humano ha dejado de estar capacitado para aferrarse (cual si fuera una mano) a las ramas, pasando en cambio a tener una función importante en el soporte de todo el cuerpo. El dedo mayor del pie tiene una función vital para lograr el equilibrio de los homininos durante la marcha y la postura erecta; en efecto, el pulgar del pie de un chimpancé es transversal, lo que permite al simio aferrarse más fácilmente de las ramas, en cambio el "pulgar" del pie humano, al estar alineado, facilita el equilibrio y el impulso hacia adelante al marchar o correr. Los huesos de los miembros inferiores son relativamente rectilíneos en comparación con los de otros primates.
Ventajas y desventajas de la bipedestación
Es evidente que la gran cantidad de modificaciones anatómicas que condujeron del cuadrupedismo al bipedismo requirió una fuerte presión selectiva. Se ha discutido mucho sobre la eficacia e ineficacia de la marcha bípeda comparada con la cuadrúpeda. También se ha notado que ningún otro animal de los que se adaptaron a la sabana al final de Mioceno desarrolló una marcha bípeda. Hemos de tener en cuenta que partimos de homínidos con un tipo de desplazamiento cuadrúpedo poco eficaz para largos desplazamientos en terreno abierto: el modo en que se desplazan los chimpancés, apoyando la segunda falange de los dedos de las manos no puede compararse a la marcha cuadrúpeda de ningún otro mamífero. Los primeros homínidos de sabana probablemente se vieron obligados a desplazarse distancias considerables en campo abierto para alcanzar grupos de árboles situados a distancia. La marcha bípeda pudo ser muy eficaz en estas condiciones ya que:
  • Permite otear el horizonte por encima de la vegetación herbácea en busca de árboles o depredadores.
  • Permite transportar cosas (como comida, palos, piedras o crías) con las manos, liberadas de la función locomotora.
  • Es más lenta que la marcha cuadrúpeda, pero es menos costosa energéticamente, lo que debería ser interesante para recorrer largas distancias en la sabana, o en un hábitat más pobre en recursos que la selva.
  • Expone menos superficie al sol y permite aprovechar la brisa, lo que ayuda a no recalentar el cuerpo y ahorrar agua, cosa útil en un hábitat con escasez del líquido elemento.
Hace años se argumentó que la liberación de las manos por parte de los primeros homínidos bípedos les permitió elaborar armas de piedra para cazar, lo cual habría sido el principal motor de nuestra evolución. Hoy está claro que la liberación de las manos (que se produjo hace más de 4 millones de años) no está ligada a la fabricación de herramientas, que aconteció unos 2 millones de años después, y que los primeros homininos no eran cazadores y que a lo sumo comían carroña esporádicamente.

Pero la bipedestación trajo una desventaja en la reproducción, ya que el hecho de pasar del cuadrupedismo al bipedismo conllevó un cambio anatómico de las caderas, con gran reducción del canal del parto que hacia más difícil y doloroso el alumbramiento, tal como se demuestra cuando se compara la cadera de un chimpancé promedio con la de un Australopithecus como Lucy, quienes además presentan un tamaño de cerebro similar.

Liberación de los miembros superiores

La postura bípeda dejó libres los miembros superiores que ya no tienen que cumplir la función de patas (excepto en los niños muy pequeños) ni la de braquiación, es decir, el desplazamiento de rama en rama con los brazos, aun cuando la actual especie humana, de la cintura hacia arriba mantenga una complexión de tipo arborícola.
Esta liberación de los miembros superiores fue, en su inicio, una adaptación óptima al bioma de sabana; al marchar bípedamente y con los brazos libres, los ancestros del hombre podían recoger más fácilmente su comida; raíces, frutos, hojas, insectos, huevos, reptiles pequeños, roedores y carroña; en efecto, muchos indicios hacen suponer como probable que nuestros ancestros fueran en gran medida carroñeros y, dentro del carroñeo, practicaran la modalidad llamada cleptoparasitismo, esto es, robaban las presas recién cazadas por especies netamente carnívoras; para tal práctica, nuestros ancestros debían haber actuado en bandas, organizadamente.
Los miembros superiores, siempre en relación con otras especies, se han acortado. Estos miembros superiores al quedar liberados de funciones locomotoras, se han podido especializar en funciones netamente humanas. El pulgar oponible es una característica heredada de los primates más antiguos, pero si en éstos la función principal ha sido la de aferrarse a las ramas y en segundo lugar aprehender las frutas o insectos que servían de alimento, en la línea evolutiva que desemboca en nuestra especie la motilidad de la mano, y en particular de los dedos de ésta, se ha hecho gradualmente más precisa y delicada lo que ha facilitado la elaboración de artefactos; aún (junio de 2005) no se tiene conocimiento respecto al momento en que la línea evolutiva comenzó a crear artefactos, es seguro que hace ya más de 2 millones de años Homo habilis/Homo rudolfensis realizaba toscos instrumentos que utilizaba asiduamente (en todo caso, los chimpancés, en estado silvestre, confeccionan "herramientas" de piedra, madera y hueso muy rudimentarias). El desarrollo de la capacidad de pronación en la articulación de la muñeca también ha sido importantísimo para la capacidad de elaborar artefactos.

Visión

El humano hereda de los prosimios la visión estereoscópica y pancromática (la capacidad de ver una amplia tonalidad de los colores del espectro visible); los ojos en la parte delantera de la cabeza posibilitan la visión estereoscópica (en tres dimensiones), pero si esa característica surge en los prosimios como una adaptación para moverse mejor durante la noche o en ambientes umbríos como los de las junglas, en Homo sapiens tal función cobra otro valor; facilita la mirada a lontananza, el otear horizontes, en este aspecto la visión es bastante más aguda en los humanos que en los otros primates y en los prosimios. Esto facilitará el hecho por el cual Homo sapiens sea un ser altamente visual (por ejemplo las comunicaciones mediante la mímica), y facilitará asimismo lo imaginario.

Especialización

Pese al conjunto de modificaciones morfológicas antes reseñadas, desde el punto de vista de la anatomía comparada, llama la atención una cuestión: Homo sapiens es un animal relativamente poco especializado. En efecto, gran parte de las especies animales ha logrado algún tipo de especialización anatómica (por ejemplo los artiodáctilos poseen pezuñas que les permiten correr en las llanuras despejadas), pero las especializaciones, si suelen ser una óptima adaptación a un determinado bioma, conllevan el riesgo de la desaparición de la especie especializada y asociada a tal bioma si éste se modifica.
La ausencia de tales especializaciones anatómicas ha facilitado a los humanos una adaptabilidad inusitada entre las demás especies de vertebrados para adecuarse a muy diversas condiciones ambientales.
Más aún, aunque parezca paradójico, Homo sapiens tiene características neoténicas. En efecto, la estructura craneal de un Homo sapiens adulto se aproxima más a la de la cría de un chimpancé que a la de un chimpancé adulto: el rostro es achatado ("ortognato" o de "bajo índice facial") y es casi inexistente el torus supraorbitario (en la humanidad actual apenas se encuentran vestigios de torus en las poblaciones llamadas australoides). De otro modo se puede decir que los arcos superciliares de Homo sapiens son "infantiles", delicados, el rostro aplanado o ligeramente prognato.
Homo sapiens es, por su anatomía, un animal muy vulnerable si se encuentra en condiciones naturales.
Asociado al hecho por el cual morfológicamente el ser humano tenga características que le aproximan a las de un chimpancé "niño" se encuentra el 'ortognatismo' y esto quiere decir, entre otras cuestiones, que los dientes de Homo sapiens son relativamente pequeños y poco especializados, las mandíbulas, por esto, se ha abreviado y hecho más delicadas, falta además el diastema o espacio en donde encajan los colmillos. La debilidad de las mandíbulas humanas las hace casi totalmente inútiles para la defensa a mordiscos ante un predador y, asimismo, son muy deficientes para poder consumir gran parte del alimento en su estado natural, lo que es uno de los muchos déficits corporales que llevan al humano a vivir en una sociedad organizada.

Aspectos Culturales

Aparición del lenguaje simbólico

Hablar de la aparición del lenguaje humano, lenguaje simbólico, por lógica parecería implicar que hay que hablar previamente de la cerebración, y eso es bastante cierto, pero el lenguaje humano simbólico tiene sus antecedentes en momentos y cambios morfológicos que son previos a cambios importantes en la estructura del sistema nervioso central. Por ejemplo, los chimpancés pueden realizar un esbozo primario de lenguaje simbólico basándose en la mímica (de un modo semejante a un sistema muy simple de comunicación para sordomudos).
Ahora bien, el lenguaje simbólico por excelencia es el basado en los significantes acústicos, y para que una especie tenga la capacidad de articular sonidos discretos, se requieren más innovaciones morfológicas, algunas de ellas muy probablemente anteriores al desarrollo de un cerebro lo suficientemente complejo como para pensar de modo simbólico. En efecto, observemos la orofaringe y la laringe: en los mamíferos, a excepción del humano, la laringe se encuentra en la parte alta de la garganta, de modo que la epiglotis cierra la tráquea de un modo estanco al beber e ingerir comida. En cambio, en Homo sapiens, la laringe se ubica más abajo, lo que permite a las cuerdas vocales la producción de sonidos más claramente diferenciados y variados, pero al no poder ocluir completamente la epiglotis, la respiración y la ingesta deben alternarse para que el sujeto no se ahogue. El acortamiento del prognatismo que se compensa con una elevación de la bóveda palatina facilitan el lenguaje oral. Otro elemento de relevante importancia es la posición y estructura del hioides, su gracilidad y motilidad permitirán un lenguaje oral lo suficientemente articulado.
Estudios realizados en la Sierra de Atapuerca (España) evidencian que Homo antecessor, hace unos 800.000 años, ya tenía la capacidad, al menos en su aparato fonador, para emitir un lenguaje oral lo suficientemente articulado como para ser considerado simbólico, aunque la consuetudinaria fabricación de utensilios (por toscos que fueran) por parte del Homo habilis hace unos 2 millones de años, sugiere que en éstos ya existía un lenguaje oral articulado muy rudimentario pero lo suficientemente eficaz como para transmitir la suficiente información o enseñanza para la confección de los toscos artefactos.
Además de todas las condiciones recién mencionadas, imprescindibles para la aparición de un lenguaje simbólico, se debe hacer mención de la aparición del gen FOXP2 que resulta básico para la posibilidad de tal lenguaje y del pensamiento simbólico, como se verá a continuación.

Tabla comparativa de las diferentes especies del género Homo

Los nombres en negrita indican la existencia de numerosos registros fósiles.
Especies Cronología (cron) Distribución Altura de adulto (m) Masa de adulto (kg) Volumen craneal (cm³) Registro fósil Descubrimiento /
publicación del nombre
H. habilis 2.5–1.4 África oriental 1.0–1.5 30–55 600 Varios 1960/1964
H. rudolfensis 1.9 Kenia       1 cráneo 1972/1986
H. georgicus 1.8–1.6 Georgia     600 Escasos 1999/2002
H. ergaster 1.9–1.25 Este y Sur de África 1.9   700–850 Varios 1975
H. erectus 2–0.3 África, Eurasia (Java, China, Vietnam, Caucaso) 1.8 60 900–1100 Varios 1891/1892
H. cepranensis 0.8 Italia       1 copa craneal 1994/2003
H. antecessor 0.8–0.35 España, Inglaterra 1.75 90 1000 Tres sitios 1994/1997
H. heidelbergensis 0.6–0.25 Europa, África 1.8 60 1100–1400 Varios 1907/1908
Homo rhodesiensis 0.3–0.12 Zambia     1300 Muy pocos 1921
Homo neanderthalensis 0.23–0.024 Europa, Asia Occidental 1.6 55–70 (complexión fuerte) 1200–1700 Varios 1829/1864
Homo sapiens 0.25–presente Mundial 1.4–1.9 55–100 1000–1850 Todavía vive —/1758
H. sapiens idaltu 0.16 Etiopía     1450 3 cráneos 1997/2003
H. floresiensis 0.10–0.012 Indonesia 1.0 25 400 7 individuos 2003/2004

Cuadro sinóptico de la evolución humana

Época Edad Tiempo (absoluto) Australopitecinos (África) Homo en África Homo en Europa Homo en Asia Cultura
Holoceno (reciente) Actualidad

11 700

H. sapiens H. sapiens H. sapiens Neolítico a actualidad
(Escritura, ...)
Pleistoceno Tarantiense 11 700





126 000

H. sapiens
(195 000-act.)
H. sapiens
(¿40 000-act.)
H. neanderthalensis
(230 000-29 000)
H. sapiens
(42 000-act.)
H. floresiensis
(75 000-13 000)
H. erectus soloensis
(130 000-50 000)
Paleolítico Superior
Musteriense
(Pensamiento abstracto, arte)
Ioniense 126 000





781 000

H. sapiens idaltu
(185 000)
H. sapiens
(195 000-act.)
H. rhodesiensis
(600 000-160 000)
H. neanderthalensis
(230 000-29 000)
H. heidelbergensis
(500 000-250 000)
H. erectus
(1,8 Ma-250 000)
Musteriense
Achelense
(Fuego)
Calabriense 781 000



1,8 Ma
Paranthropus robustus
(2,0-1,2 Ma)
P. boisei
(2,3-1,3 Ma)
Australopithecus sediba
(1,95-1,78 Ma)
H. ergaster
(1,75-1 Ma)
H. habilis
(1,9-1,6 Ma)
H. antecessor
(>780 000)
H. cepranensis
(800 000)
Homo sp. de la Sima del Elefante
(1,2 Ma)
H. erectus
(1,8 Ma-250 000)
H. georgicus
(1,8 Ma)
Achelense
Olduvayense
Gelasiense29 1,8 Ma










2,59 Ma
A. sediba
(1,95-1,78 Ma)
P. robustus
(2,0-1,2 Ma)
P. boisei
(2,3-1,3 Ma)
P. aethiopicus
(2,6-2,2 Ma)
A. garhi
(2,5 Ma)
A. africanus
(3-2,5 Ma)
H. habilis
(1,9-1,6 Ma)
H. rudolfensis
(2,4-1,9 Ma)







 


Olduvayense
(Industria lítica)
Plioceno Piacenziense 2,59 Ma






3,6 Ma
A. africanus
(3-2,5 Ma)Kenyanthropus platyops
(3,5 Ma)
A. bahrelghazali
(3,58 ± 0,27 Ma)
A. afarensis
(4-2,7 Ma)




Zancleense 3,6 Ma


5,33 Ma
A. afarensis
(4-2,7 Ma)
A. anamensis
(4,2-3,9 Ma)




Futuro de la evolución humana

Se han hipotetizado diferentes posibilidades respecto a la evolución futura del ser humano, entre ellos destacan.
Una línea del pensamiento que asegura que la especie humana ha dejado de evolucionar de la misma forma que el resto de los seres vivos. La razón que plantea es que los avances en la ciencia ahora permiten sobrevivir a personas que de otra forma habrían muerto (eliminación o alteración del proceso de la presión selectiva) (Selección natural) como también la existencia de una movilidad a nivel global, diluyendose así cualquier novedad genética en una población tan grande (eliminación de la deriva genética).
Sin embargo, existen también otras posturas que consideran que son precisamente los adelantos tecnológicos los que impulsan actualmente la evolución humana. Por una parte, se ha propuesto que el entorno actual favorece la reproducción de las personas inteligentes, independientemente de su fuerza física o su estado de salud. Además, es posible que la ingeniería genética humana permita seleccionar las características genéticas de la descendencia.
Por otra parte, también se ha propuesto que en el futuro la tecnología posibilite a las personas vivir como cyborg o incluso como seres digitales dentro de cuerpos o estructuras completamente artificiales.


 Video:Teoría de la evolución humana

http://es.wikipedia.org/wiki/Evolución_humana